Transcripción:

Hoy vamos a hablar del ejercicio y de sus beneficios para la salud. Además, con una historia, practicarás y mejorarás tu gramática en contexto.

Mejor salud física: Hacer ejercicio no es solo tener buen aspecto, ¡también es sentirse bien! El ejercicio regular nos ayuda a mantener un peso saludable y reduce el riesgo de enfermedades. Además, mantiene nuestros músculos y huesos fuertes y nuestro corazón y pulmones en plena forma.

Salud mental y alivio del estrés: El ejercicio es como un potenciador mágico del estado de ánimo. Libera esas sustancias químicas de la felicidad en nuestro cerebro, ayudándonos a controlar el estrés, la ansiedad y esos días bajos ocasionales. ¿Y adivina qué? Hace que nuestra mente sea más aguda y nuestro sueño más tranquilo.

Más energía: ¿No es curioso cómo hacer ejercicio puede darte más energía? Hace que tu sangre bombee y que tu cuerpo esté despierto y alerta.

Dormir mejor: Dormir bien ayuda mucho a nuestra salud. Y el ejercicio regular siempre es un buen amigo. Cuando dormimos bien, nuestro cuerpo se arregla y se prepara para otro gran día.

Vivir más: La ciencia dice que los que hacen ejercicio regularmente tienden a vivir más tiempo y con mejor salud. ¿Quién no quiere eso?

Encuentra actividades divertidas: El mejor ejercicio es el que te divierte. Ya sea bailar solo, pasear por la naturaleza, nadar en la piscina o practicar un deporte, elige lo que te haga feliz.

Empieza despacio: Si estás empezando, tómatelo con calma. Piensa en ello como si fuera un viaje; lo conseguirás paso a paso.

Haz un horario: Tratemos el ejercicio como una cita con nosotros mismos. Fija una hora y cíñete a ella, convirtiéndolo en una parte no negociable de tu día.

Cámbialo: Mezclar diferentes ejercicios es bueno y ayuda a nuestro cuerpo. Haz ejercicios centrados en la respiración y ejercicios de fortalecimiento muscular, y acuérdate también de estirar.

Fíjate objetivos: Los objetivos hacen que esforzarse sea divertido. Puede ser correr más, levantar cierto peso o caminar más cada día. Come bien y mantente hidratado: Nutrir nuestro cuerpo con buenos alimentos y suficiente agua es clave. Nos ayuda a mantenernos fuertes y a recuperarnos más rápidamente.

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