314 Sistema imperial vs Sistema métrico
Recursos:
- audio MP3
- guarda el TEXTO en PDF
Material recomendado:
CURSO DE PRONUNCIACIÓN
Este curso te ayuda con la pronunciación, la fluidez y la comprensión. Podrás hablar con fluidez y claridad y a entender mejor a los hablantes nativos. ¡MINI-HISTORIAS INCLUIDAS! ¡BONUS! La transcripción del curso está disponible en inglés, español, francés, italiano y portugués.
Transcripción:
Hola, soy Georgiana y vuelvo con un nuevo episodio. Estoy aquí para ayudarte a hablar inglés con fluidez.
Si quieres ayudarme, COMPARTE el pódcast con tus amigos y familiares. Eso significaría mucho. Gracias.
Hoy vamos a hablar de dos sistemas de medida que se utilizan en todo el mundo: el sistema imperial y el sistema métrico. Es importante conocerlos, sobre todo si piensas viajar o comunicarte con personas de distintos países.
En mi página web puedes conseguir los 5 secretos para hablar inglés y mis cursos premium.
Antes de empezar, consigue la transcripción en: Profesoraingles.com/podcast
¡Es completamente gratis!
Bien, ¡comencemos!
A muchos estudiantes les resulta confuso entender las medidas en inglés. No te preocupes. Al final de este episodio, sabrás cuándo usar pulgadas o centímetros, millas o kilómetros. También aprenderás gramática en contexto con una historia con punto de vista.
¿Qué son los sistemas imperial y métrico?
Empecemos por el sistema imperial . Se utiliza sobre todo en Estados Unidos, pero también en países como Myanmar y Liberia. En este sistema, la gente utiliza pulgadas, pies, libras y millas para medir las cosas.
En cambio, el sistema métrico se utiliza en casi todos los demás países. Países como Francia, Alemania, China y Brasil utilizan el sistema métrico. Aquí, las cosas se miden en metros, gramos y litros.
Comparemos un poco:
En el sistema imperial, 1 pie = 12 pulgadas y 1 milla = 5.280 pies.
En el sistema métrico, 1 metro = 100 centímetros y 1 kilómetro = 1.000 metros.
Sencillo, ¿verdad?
¿Cómo funcionan?
El sistema métrico decimal es más fácil de aprender porque se basa en potencias de 10. Por tanto, sólo tienes que desplazar el número decimal de un decimal a otro. Así, basta con mover el punto decimal para cambiar entre metros, centímetros y kilómetros.
El sistema imperial es un poco más complejo. Por ejemplo:
1 pie = 12 pulgadas,
1 yarda = 3 pies,
y 1 milla = 5.280 pies.
Por eso, si estás aprendiendo inglés en un país que utiliza el sistema métrico decimal, puede que al principio te resulte un poco complicado.
¿Dónde se utilizan estos sistemas?
El sistema imperial se utiliza sobre todo en Estados Unidos. Si visitas EE.UU., verás señales de tráfico medidas en millas, gente que habla de su altura en pies y pulgadas y peso en libras.
Pero si viaja a otros países, verá el sistema métrico decimal. En Francia o Brasil, por ejemplo, la gente mide las distancias en kilómetros y el peso en kilogramos.
Y aquí hay algo interesante: En el Reino Unido y Canadá, encontrarás una mezcla de ambos sistemas. Utilizan kilómetros en las señales de tráfico, pero hablan del peso en kilogramos.
Ejemplos cotidianos:
Veamos algunos ejemplos de la vida real para ayudarte a entender mejor estos sistemas.
Si estás en Estados Unidos, podrías decir:
Mido1, 80 m,
El parque está a3 km.
Pero si estás en un país que utiliza el sistema métrico decimos:
Mido180 centímetros,
El parque está a3 kilómetros.
Practicar inglés con medidas
Aprender ambos sistemas ayuda a mejorar tu inglés y te prepara para conversaciones en diferentes países.
Aquí tienes algunos ejemplos para practicar:
Para hablar de la altura, di: «I’m 5 feet 8 inches tall» (Imperial) o “I’m 173 centimeters tall” (Metric).
Para hablar del peso, di: «Peso 150 libras» (sistema imperial) o “Peso 68 kilogramos” (sistema métrico).
[Visita: Profesoraingles.com/cursos y consigue mis cursos premium. Hay varios niveles. Si no puedes decidir cuál es para ti, envíame un mensaje utilizando el formulario de contactode mi sitio web ].
¡Genial! Continuemos con una historia de punto de vista.
POV-Historia
(Aprende gramática en contexto)
Puedes encontrar estas técnicas completamente implementadas en mis cursos premium.
Bien. ¡Empecemos!
Carlos siempre había soñado con tener un terreno en Estados Unidos. Después de ahorrar el dinero suficiente, voló de España a Texas, emocionado por hacer por fin realidad su sueño. ¿El único problema? Carlos sólo entendía el sistema métrico decimal, y Estados Unidos estaba a punto de lanzarle al confuso mundo de las millas y los acres.
Tras aterrizar en Houston, Carlos alquiló un coche. El agente de recepción le entregó las llaves y le dijo: «La propiedad está a unas 200 millas».
Carlos sonrió. ¿200 millas? pensó. Eso es como 200 kilómetros, ¿no? No hay problema.
Subió al coche y puso el GPS. Al cabo de una hora de viaje, comprobó el GPS: 80 kilómetros recorridos, 150 por recorrer. Frunció el ceño. ¿No debería estar casi allí? Confuso pero decidido, Carlos siguió conduciendo.
Pasaron dos horas y seguía en la carretera. El calor de Texas le estaba afectando y pensaba que algo iba mal. Cuando paró en una gasolinera para repostar, preguntó a la cajera: «Perdone, ¿cuánto son 150 millas en kilómetros?».
El cajero, que llevaba un sombrero de vaquero, se rió. «Son más bien 240 kilómetros, amigo».
Los ojos de Carlos se abrieron de par en par. ¿240 kilómetros? Esperaba un viaje corto por carretera, no un maratón de todo un día. Ahora entendía por qué este viaje le parecía interminable.
Después de otro par de horas, Carlos llegó por fin a un pequeño pueblo donde había quedado con su agente inmobiliario, Bob. Cansado pero esperanzado, salió del coche.
«¡Hola, Carlos!» le saludó Bob, inclinándose el sombrero. «¿Listo para ver tu terreno?»
Carlos asintió, aunque lo único que quería era dormir. «¿A qué distancia está?», preguntó.
«Oh, sólo tres kilómetros por la carretera», dijo Bob despreocupadamente.
A Carlos se le encogió el corazón. ¿Otra vez kilómetros? Todavía no sabía con precisión lo lejos que estaban dos millas, pero después de la experiencia de las 200 millas, no iba a correr ningún riesgo. «Eso son como tres kilómetros, ¿no?».
Bob se rió de nuevo. «Sí, algo así».
Condujeron por la vasta campiña tejana hasta que por fin llegaron a un enorme terreno. Bob extendió los brazos. «¡Aquí está! Dos acres de tierra tejana de primera».
Se quedó mirando el interminable campo que tenía delante. «Espera… ¿esto son dos acres? ¿Cuántos metros son?»
Bob se rascó la cabeza. «Bueno, un acre es más o menos el tamaño de un campo de fútbol».
Carlos se quedó boquiabierto. ¿Un campo de fútbol? ¡Yo sólo quería un pequeño huerto! Se imaginó plantando unos cuantos tomates en aquel enorme campo.
«Creo que ha habido un malentendido», dijo Carlos. Bob se rió. «Hijo, esto es Texas. Nosotros no hacemos lo pequeño».
Escuchemos la misma historia desde un punto de vista diferente, en tiempo futuro:
Carlos siempre ha soñado con poseer tierras en Estados Unidos. Tras ahorrar el dinero suficiente, volará de España a Texas, ilusionado por hacer por fin realidad su sueño. ¿El único problema? Carlos sólo entenderá el sistema métrico decimal, y Estados Unidos le lanzará al confuso mundo de las millas y los acres.
Tras aterrizar en Houston, alquilará un coche. El agente le entregará las llaves y le dirá: «La propiedad está a unas 200 millas».
Carlos sonreirá. ¿200 millas? pensará. Eso son como 200 kilómetros, ¿no? No hay problema.
Se sube al coche y pone el GPS. Al cabo de una hora de viaje, comprobará el GPS: 80 kilómetros recorridos, 150 por recorrer. Fruncirá el ceño. ¿No debería estar a punto de llegar? Confuso pero decidido, Carlos seguirá conduciendo.
Pasarán dos horas y seguirá en la carretera. El calor de Texas le afectará y pensará que algo va mal. Cuando pare en una gasolinera para repostar, preguntará a la cajera: «Perdone, ¿cuánto son 150 millas en kilómetros?».
El cajero, con sombrero de vaquero, se reirá entre dientes. «Son más bien 240 kilómetros, amigo».
Los ojos de Carlos se abrirán de par en par. ¿240 kilómetros? Esperaba un viaje corto por carretera, no un maratón de todo un día. Entonces entenderá por qué el viaje le parecerá interminable.
Tras otro par de horas, Carlos llegará por fin a un pequeño pueblo para reunirse con su agente inmobiliario, Bob. Cansado pero esperanzado, saldrá del coche.
«Hola, Carlos. le saludará Bob, inclinándose el sombrero. «¿Listo para ver tu terreno?»
Carlos asentirá, aunque lo único que querrá es dormir. «¿A qué distancia está?», preguntará.
«Sólo a tres kilómetros», le dirá Bob con indiferencia.
El corazón de Carlos se hundirá. ¿Otra vez kilómetros? Aún no sabe exactamente qué distancia hay, pero después de la experiencia de las 200 millas, no quiere correr riesgos. «Son como tres kilómetros, ¿no?».
Bob volverá a reírse. «Sí, algo así».
Conducirán por la vasta campiña tejana hasta que por fin lleguen a un enorme terreno. Bob extiende los brazos. «¡Aquí está! Dos acres de tierra tejana de primera».
Se quedará mirando el interminable campo que tiene delante. «Espera… ¿esto son dos acres? ¿Cuántos metros son?»
Bob se rascará la cabeza. «Bueno, un acre es más o menos el tamaño de un campo de fútbol».
A Carlos se le caerá la mandíbula. ¿Un campo de fútbol? Él sólo quería un pequeño huerto. Y se imaginará plantando unos cuantos tomates en este enorme campo.
«Creo que ha habido un malentendido», dirá Carlos. Bob se reirá. «Hijo, esto es Texas. No hacemos huertos pequeños».
¡Genial! Me gustan este tipo de historias porque son fáciles de recordar y ayudan mucho a aprender inglés. Además, el humor hace que el aprendizaje sea más ameno. Puedes encontrar este método en mis cursos premium-echaun vistazo a:
Profesoraingles.com/cursos, para conseguir mis cursos premium. Están diseñados para aprender escuchando.
Además, si quieres ayudarme, comparte el pódcast con tus amigos y familiares. Eso significaría mucho. Muchas gracias.
Hasta pronto. Hasta pronto. ¡Hasta pronto!
Material recomendado:
CURSO DE PRONUNCIACIÓN
Este curso te ayuda con la pronunciación, la fluidez y la comprensión. Podrás hablar con fluidez y claridad y a entender mejor a los hablantes nativos. ¡MINI-HISTORIAS INCLUIDAS! ¡BONUS! La transcripción del curso está disponible en inglés, español, francés, italiano y portugués.
0 comentarios